viernes, 31 de diciembre de 2010

El relato de ciencia ficción

Como en uno de los últimos días de clase se sugirió si podríamos añadir nuestro relato al blog para que el resto de compañeros lo puedan leer, he decidido colocarlo ahora en mi última entrada. Sólo desear que os guste....

LA 2ª VIDA DE PROMETEUS

 Año 2.150, el planeta Tierra estaba sumido  en  el caos por las guerras.
Un grupo de científicos, pretenden que el mundo deje de sufrir por culpa del ser humano y su irascibilidad para ello urden un plan para sanear  la raza humana y el planeta Tierra en general.  Así es como se gesta el plan “Prometeus”, plan que constará dos fases: La primera, consistiría en crear  clones que habitarán la Tierra durante un tiempo, éstos deberían  ser capaces de vivir en paz, además tendrían un alto número de características humanas; por contra los humanos deberían ser crionizados.  A unos pocos de los clones, se les implantará el conocimiento del plan y lo ejecutarán en el momento apropiado. La segunda, se desarrolla después de un tiempo no definido, los clones bajo el mando de los conocedores  del plan comenzarían a ejecutarlo y la vuelta del ser humano a la Tierra se produciría dando fin al  proyecto y logrando que la Tierra volviese a ser un lugar habitable.
* * * * *
Así llegamos al día llamado  0.2”.
Empiezo a escuchar ruidos que no llego a entender, estoy muy cansado, como si mi cuerpo no respondiera, como si hubiera dormido mucho tiempo, aunque mi cerebro es lo único que empieza a funcionar. Intento abrir los ojos y es como si tuviera dos yunques en los párpados, procuro escuchar pero no puedo.
 Pasa el tiempo no sé si días u horas. Empiezo a oír, eso me produce una emoción indescriptible, pues los percibo y llego a situarlos. Tengo la sensación de no estar solo y noto que me tocan; me parece algo increíble comprobar que mi cuerpo empieza a sentir y a moverse. Escucho una voz:
-          Hola, soy Jul, su nuevo médico, señor Prometeus.
Posteriormente, recibí un pinchacito en el brazo y después una perdida casi instantánea de todos mis avances diarios, me siento cansado, cada vez más cansado, hasta que me quedé dormido.
* * * * *
Al recobrar la consciencia controlo lo que escucho, soy capaz de abrir los ojos, estoy solo y de momento sin habla. A mi alrededor solo hay paredes blancas, mientras yo estoy en una especie de cama de la que no me puedo mover pues parece que estoy atado a ella.
La verdad es que estoy aterrado, sin saber cómo voy a salir.  De pronto suena algo muy extraño y asombrado contemplo como parte de la pared se empieza a elevar apareciendo una  puerta y en el medio una figura parecida a la mía, primero veo dos finas piernas cubiertas por unos ropajes ( que le cubre a partir de las rodillas, ya que por debajo lleva una especie de pantalón plateado) de un color oscuro, después un torso con un par de brazos, todo tapado, finalmente vi su cara al descubierto y me quedé pálido pues es muy parecida a la mía, pero su color, su color es “violeta”.  Esta situación me desconcierta totalmente, pasa un tiempo y el individuo empezó a hablar; aunque no comprendo nada de lo que dice. De repente se para, se ríe y dice:
   -¡¡OH!!  Lo siento mucho, no me daba cuenta de que no entiende mi idioma natal, pero recuerde que ya me presenté, soy Jul su médico.
Mis ojos se abren como platos y sospecho que están jugando conmigo.  Con  gran esfuerzo  intento hablar; pero de mi boca solo sale un farfulleo sin sentido que ni yo mismo entiendo. En este momento Jul me vuelve a hablar  lo que me irrita aún más:
-No se preocupe aún no ha  reaprendido a hablar, creemos que pronto recuperará la capacidad fonadora.
Lo que deduzco que antes podía hablar, pero que ahora algo me debe estar pasando. Mientras  cavilo esto, él sigue hablando:
-En unas horas volverá a probar comida, ya que lleva con la cápsula de suero un buen rato, debe de recuperarse y estar fuerte.
Dudo de él, pero me trata bien, esta situación provoca en mí estados de ánimo encontrados.
Jul sigue hablando, aunque a veces no para mí, ya que dice cosas que no comprendo.
-Está en perfecto estado, cuando quiera se puede levantar, aunque  le sugiero que no se precipite, está débil y podría marearse.
Me propongo no obedecerle, así que cuando acaba de hablar pretendo ponerme en pie sin recordar que algo me tiene sujeto a la cama, mientras tanto, Jul continúa diciendo:
- Tranquilícese, tengo que quitar el campo de energía que  impide que pueda moverse.
Le veo pulsar un botón que estaba al lado de mi cama e inmediatamente quedo libre,  me pongo de pie, pero al tercer paso  me caigo al suelo mareado.
Jul me recoge del suelo y me repite:
- Despacio, vaya despacio, o la próxima vez volverá a la cama. Ahora agárrese  a mí y saldremos del cuarto.
Me aferro a él de mala gana pero me puede la curiosidad, quiero conocer qué hay detrás de la puerta.  Al llegar a ella lo veo, todo son pasillos de color  blanco y botones para cerrar y abrir puertas. Seguimos caminando mientras me explica en dónde nos encontramos:
-Está en la estación espacial Karl-Cooper-Ruiz 3 o  KCR3. Llamada así en homenaje a los creadores de la estación espacial original; la KCR1.  Ahora mismo está en la estación espacial más segura e importante del Universo.
Jul se detiene delante de la única puerta visible, pulsa un botón y continúa hablando:
- Nos encontramos en la planta nº 5, en el sector 26, el área de enfermería y nos dirigimos a la planta nº 75, donde se encuentran los sectores 6, el área de seguridad y 7, el área de observación. Desde allí observarás se ve todo.
En este instante se abrió la puerta y apareció un ascensor enorme lleno de gente que iba a la  planta nº 75.
Durante el trayecto, Jul, permaneció callado pero al llegar al piso explicó:
-Está prohibido hablar en el ascensor; sobre todo a esta hora; ya que todas esas personas son agentes de seguridad de la estación.
La planta nº 75, sector 7, estaba abarrotada, todos miraban al interior de la nave.
Mi acompañante me sigue explicando:
-Observan atentamente el cambio de los vigilantes, pues todos desearían ir al sector 6.  Allí sólo pueden ir ellos, es un área restringida y secreta. Aunque…haces bien  mirar al espacio, el espectáculo bien se merece  un profundo silencio.
Yo estaba asombrado, veía tantas estrellas a mi alrededor que me produjeron una tranquilidad como jamás había experimentado.
Pasó un buen rato y Jul me volvió a dirigir la palabra:
-Debemos volver, nos estarán esperando. Sé que aún no puedes hablar, pero si te preguntas dónde estamos, te puedo decir que en el trayecto entre el planeta Vulcano dentro del sistema que ilumina Antares, en la constelación Escorpio y el planeta Esculapio dentro del sistema que ilumina Spica, en la constelación Virgo.
Yo no lograba entender lo que me intentaba explicar. Desde el sector 7 al 26, estuvo callado y al llegar a la habitación me indicó que me metiera en la cama, pero sin pronunciar palabra. A continuación me sirvieron una comida extraña pero comestible y Jul se despidió de mí:
-Hasta otro día, señor Prometeus, que duerma bien.
 Pensando en todo lo que aprendí en un día noté un pinchazo, como la vez anterior y me dormí.
* * * * *
Cuando me levanté, pensé que el día será parecido al anterior, que Jul vendría y haría sus análisis, pero él no apareció y en mi habitación entró un ser humano que me habló:
-Hola Prometeus, soy el almirante de la Estación Espacial. Vengo para ponerle en antecedentes de la misión que va que realizar.
Le respondo..., ¡¡he recuperado el habla!!:
-¿Qué desea que haga?
-Hasta que lleguemos al planeta Esculapio volverá a las cámaras de crionización.
-¿Crionización?, le contesté.
-La crionización es un proceso por el cual un cuerpo humano se conserva a temperaturas muy bajas para poder ser “despertado”, un tiempo después con el fin de que pueda volver a la vida, sin que para esa persona halla pasado el tiempo.
-He estado crionizado antes sin mi permiso, por su culpa he perdido mis recuerdos, por consiguiente me niego ha ser crionizado otra vez.
-No me ha entendido es lo que debe hacer si no quiere morir. Estamos a años luz del planeta al que debemos llegar. Siempre despertamos a todos a mitad de camino, para comprobar que el navegador va por la ruta correcta, que todos los viajeros están bien, etc. La crionización era un proceso poco utilizado en su época y menos desarrollado; por lo que es normal que tuvieran efectos secundarios como la pérdida de memoria. Ahora el doctor Jul Xich le acompañará hasta su cámara. Espero que pase un buen viaje.
Dicho esto se marchó y llegó Jul junto con unos enfermeros. Ninguno me dirigió la palabra, ni siquiera Jul. Así llegamos al módulo en el que iba a pasar el tiempo que durara el viaje, aunque quizás ni me dí cuenta. Se abrió la puerta y me vi delante de unas 500.000 cámaras enormes, pero cuando pensaba que me iban a meter en una de ésas pasamos de largo y entramos en una habitación mucho más pequeña en la cual había unas 50 distintas a las que vi antes, mucho más antiguas y ocupadas con personas. En esta sala me metieron en la única cámara que estaba vacía, me encerraron y activaron el aparato volviendo a quedar crionizado.
* * * * *
Cuando vuelvo a despertarme, estoy tumbado en una cama. Al levantarme siento que mi cuerpo es ligero, como si hubiera perdido peso. En ese momento aparece una “criatura” parecida Jul. Me empieza a hablar:
-Bienvenido a Loncow; capital del planeta Esculapio. Mi nombre es Gug Xich y soy el experto en crionización del hospital Loncow General.
-Entonces usted es familiar de Jul.
-Si, él es mi hermano mayor.
-¿Sabes dónde está?
-Sí, jamás deja la estación espacial KCR3, sólo cuando está de vacaciones lo podemos ver. Ahora, debe vestirse pues le esperan. La ropa nueva está en el armario que se encuentra al lado de su cama. No hace falta que vuelva, así que nos veremos en otra ocasión. Saludos
Me visto rápido y salgo de la habitación. En el pasillo me espera un hombre, con un casco extraño que le oculta la cara y sólo deja ver a través de unos cristales un par de ojos azules con una raya amarilla por el medio. Me da un casco igual y me ordena que me lo ponga.
-Debe llevarlo todo el tiempo; sobre todo en las calles, el aire es algo tóxico, si lo inhala demasiado morirá. En el casco hay una pantalla con información que usted debe leer, para que pueda seleccionar la mezcla de gases más deseable. Los cristales que tengo delante de los ojos empiezan a llenarse de información con los porcentajes de gases que necesitan mis pulmones posteriormente estas pantallas se vuelven transparentes y pasan a funcionar como gafas protectoras.
Le acompaño hasta la puerta del hospital, donde me da una mochila con un par de propulsores. Me explica su funcionamiento y se marcha volando.
Voy detrás, aunque no soy muy buen piloto desde el cielo miro hacia abajo, el suelo es un conglomerado de canales de un líquido viscoso de color verde limón y sin darme cuenta llego a mi destino. Entro en un edificio donde me presentan a un grupo de individuos sentados en círculo. Todos me están mirando con expectación, aunque ninguno me dirige la palabra. De repente, un ruido hace que todos se giren hacia la puerta de entrada, allí aparece una figura que entra en la sala bajo el clamor y los aplausos de todos los presentes. Es un ser humano que se acerca al estrado y comienza hablar:
-Hoy estamos reunidos para dar la bienvenida a uno de los nuestros, vuelve del mundo de los sueños. Viene del planeta Vulcano donde está el centro más importante de crionización del universo. Este espécimen de nombre Prometeus, lleva más de 1000 años esperando este día. Yo, Sumo Canciller del Universo, proclamo que con él regresan aquellos que un día, renunciaron a la vida, por un mundo mejor. Ahora que el mundo está saneado, debemos devolverlos a su lugar.
Y así se marchó bajo el clamor y los aplausos. Sube al estrado el hombre que me recogió en el hospital y comenzó a hablar.
-Todos los que están reunidos deben decidir a dónde se le envía, a qué planeta y qué tarea debe desempeñar.
 En estos instantes me siento inútil, nadie me dice nada y el orador vuelve a tomar la palabra:
-Prometeus será enviado a la escuela de pilotos de combate “Vanfurt” del planeta Silvano, dentro del sistema que ilumina la estrella CW Leonis, en la constelación Leo.
Al día siguiente, me llevaron a una nave pequeña con rumbo a mi nuevo destino, me metieron en una cápsula de crionización y me dormí.
* * * * *
Cuando me despierto, ya estoy en el planeta Silvano. Tenía puesto un casco ya que su atmósfera es tóxica para mi cuerpo. Me siento muy pesado, casi no puedo levantar los pies y  moverlos. Miro a mi alrededor, estoy en un barracón, con criaturas muy extrañas, que vienen de planetas distintos. Desde mi cama,  incrustada en la pared para ocupar poco espacio, intento salir y andar, pero es francamente difícil. Camino hacia  la puerta, al llegar observo asombrado los bloques de metal que parecen verdaderas montañas. Hace un calor asfixiante y se escucha un ruido como de bocina, de repente todos los individuos de mi barracón se ponen en pie y echan a correr, saliendo al  exterior, al no saber exactamente qué hacer, les sigo. Todos me iban adelantando, pero a ninguno le preocupaba.
Seguí corriendo hasta que de repente se pararon en seco, yo dudé si seguir o parar pero opté por lo mismo, así que paro de correr.
Desde un altavoz, se escuchan los nombres de alumnos, que se separan del pelotón y se dirigen hacia un hangar, al final la voz comenta: “El hangar 1 está lleno; el resto sigan su camino”. El mismo procedimiento con los hangares 2, 3, 4 y 5, finalmente quedábamos  50 alumnos.
Ante nosotros llegó un ser muy alto, con veinte brazos, color llamativo, etc., y empezó a hablar:
-Hola, soy el sargento Klong, son todos nuevos aquí; así que sólo tendrán acceso a su respectivo barracón, al comedor central, durante las horas de las comidas y a las clases que tengan. Cada uno de ustedes ahora mismo se dirigirá al edificio central, donde se encuentra la dirección del centro. Allí se les darán instrucciones.
En ese momento el instructor se fue y todos nos dirigimos hacia el edificio central. Nos esperaba un individuo que nos pidió que escribiésemos nuestros nombres y posteriormente nos llamó uno por uno. Cuando me llamaron, me levanté y me mandaron presentarme al Director:
-Buenos días, Prometeus, soy el Director Sjentro. Usted, al igual que los demás, debe de escoger las asignaturas que cursará durante el curso, será totalmente teórico pero básico para poder manejar los aparatos que va a utilizar. Hay siete asignaturas de las que escogerá tres. Le deseo suerte.
De allí voy a la sala donde escojo las materias de trabajo: “Historia del vuelo espacial”, “Los componentes de la nave espacial y su manejo” y una obligatoria, “Protocolos de emergencia en caso de guerra o ataque”.
Tanto la clase de Historia, como la de Protocolos eran diarias, y todos los asistentes son nuevos como yo. La clase de Componentes se daba cinco días a la semana y su dificultad era mayor, trata de las leyes físicas y las formas de ahorrar energía para el mejor manejo de una nave. Por ejemplo: estudiábamos los propulsores iónicos, los cuales funcionan cuando se acelera un haz de iones del gas de xenón, creados anteriormente mediante la resonancia electrón ciclotrón (utilizando una mezcla de energía de microondas y de campos magnéticos); posteriormente se aplica un campo magnético uniforme para que los iones de xenón se aceleren. También se estudia la velocidad a la que van los iones cuando son acelerados, siguiendo la fórmula:
Así pasó el primer año, los otros dos años, fueron más amenos, ya que aparte de las clases teóricas, teníamos también clases prácticas, como aprender a despegar, a aterrizar, a pilotar, etc.
En el último día, después de tres años intensos de estudio, nos visita el Director Mort y nos da los nuevos destinos. A mí me envían a la nave espacial Orión XXIX, a cuyo mando está el capitán Plerjins, que se encuentra luchando contra los “Separatistas Amorfos y Libres”; también conocidos como SAL, en el planeta Severus, dentro del sistema que ilumina la estrella EV Lacertae, en la constelación Lacerta.
* * * * *
A mí llegada al planeta Severus, lo que me impacta es la extensa capa de bosques que hay, así como árboles de todos los colores inimaginables. En Severus me uno a la tripulación del Orión XXIX que está en una base avanzada dando apoyo aéreo a las tropas.
Mi trabajo es de ayudante del comandante Judul Brod, el piloto de la nave y del sargento Nimor Brod, el copiloto. Ambos son hermanos gemelos, totalmente indistinguibles, de una especie en la cual todos eran azules y median como tres seres humanos juntos. Además de ellos y el capitán Plerjins, hay un cyborg, cuyo nombre es BJB007, un enfermero de la raza de los amorfos, pero de un planeta que nos apoya, de nombre es Prdlk y varios guerreros que ayudan en labores de comunicación y de uso de armas.
Todos los días patrullabamos unas doce veces y el resto del tiempo lo pasabamos en la base. La base consta de dos barracones, ocho torres vigía donde siempre hay cinco vigilantes, un comedor y alrededor de todo el campamento una muralla por la que pasan rayos de plasma de dos colores. Tiene capacidad para nuestra nave, seis vehículos terrestres y mil soldados y estamos a 10.000 Km. (unas cinco horas en la nave) de la base general del ejército.
Nuestros enemigos viven desperdigados por el bosque y se organizan en grupos pequeños para luchar en la modalidad de guerrilla.  Suelen utilizar armas y bombas láser con potencias de 100 gigavatios. Para contrarrestar su armamento mortífero utilizamos ropajes de camuflaje hechos con metamateriales capaces de resistir los disparos (siempre que disparen al cuerpo o a las extremidades, la cabeza está desprotegida), pero no las bombas, salvo que se esté a una distancia superior a 5 Km del punto de explosión. Nuestras armas son más potentes pero la mayoría se encuentran en las naves y tienen el defecto de no están diseñadas para guerras convencionales.
El planeta Severus es el último reducto que queda de un conflicto que dura ya más de diez años. Las SAL llegaron a controlar unos veinte planetas, ahora sólo tienen en su poder el 25% de éste. Su nueva forma de combate no nos permite ver a grupos mayores de 20 individuos, pero nos parecen bastantes más por la proliferación de sus ataques.
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Pasaron los meses y parecía que el movimiento de tropas enemigas había cesado, pero una noche por sorpresa aparecieron miles y comenzó la batalla, primero consiguieron infiltrarse en la base, desactivar el láser y atacar al puesto avanzado. La situación era complicada para nosotros así que algunos escaparon en la nave Orión XXIX.; yo, por el contrario, decidí quedarme junto al capitán Plerjins, el cyborg BJB007 y algunos guerreros. Al alba quedábamos unos 100 soldados vivos luchando contra 1000 rebeldes y al mediodía sólo 10. De repente, me roza un rayo láser, la protección de mi traje falla y caigo perdiendo el conocimiento.
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Me despierto en un lugar oscuro completamente solo. Después de no sé cuanto tiempo una luz portada por un ser extraño me arrastra, me lleva a un claro enorme donde están los rebeldes y sentado en un trono está su Jefe y a su lado el traidor de Prdlk. En este momento comprendo que fue él quien desactivó el láser de la muralla. El Jefe comienza a hablar:
-Este es el único superviviente del puesto avanzado. Gracias al excelente trabajo de Lortz (que se hizo pasar por Prdlk), los derrotamos y ahora debemos decidir que hacer con él.
Se escuchan opiniones, pero la propuesta de Lortz, que sugiere dejarme en el bosque a mi suerte, es la preferida del Jefe y manda que se ejecute.
 Me soltaron en el medio del bosque sin saber dónde estaba, pero después de vagar un tiempo me encontraron soldados de uno de nuestros puestos avanzados.
Estuve dos días con ellos y al tercero llegó la nave Thor XVIII que me llevó a la base central, al poco me enviaron a otro puesto avanzado con el grado de sargento, me dieron el mando de las patrullas cuya misión era colocar puestos de vigilancia en los árboles para controlar el movimiento de los enemigos.
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El plan empezó a surtir efecto y conseguimos descubrir cuales eran sus movimientos habituales. Poco a poco íbamos cercándolos sin que lo supieran hasta que descubrimos su escondite secreto. Envié la información al mando central y al tercer día atacamos como nos mandaron; en plena batalla llegaron el resto de tropas y acabamos con los últimos enclaves rebeldes. La satisfacción  fue completa cuando descubrí entre los apresados a Lortz, el cual después de un juicio fue condenado a una cárcel de por vida.
Al acabar la guerra me volvieron a ascender a capitán, siendo mi nuevo destino el ser el piloto de la estación espacial KCR3 con la categoría de segundo sólo por detrás del almirante. Allí volví a coincidir con Jul Xich y su hermano Gug.
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Tras cinco años de capitán en la estación espacial, Prometeus siguió su meteórica carrera militar hasta alcanzar el grado de almirante, siéndolo  hasta su muerte. Fue enterrado en su planeta natal, la Tierra (aunque él nunca supo cuál fue), bajo su nombre original para que pasara desapercibido.
 Tras su muerte, los clones activaron la segunda fase del plan “PROMETEUS” y el resto de los humanos fueron despertados de su letargo, aunque a éstos no se les borró su memoria, ya que Prometeus fue escogido al azar y borrada su memoria con un aparato de memoria flash, que acto seguido fue destruido.

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